María es una mujer de 42 años que llegó a Estados Unidos hace cinco años en busca de un futuro mejor para sus dos hijos. Como muchas otras personas migrantes, enfrentó múltiples desafíos, desde aprender un nuevo idioma hasta adaptarse a un sistema de salud que a menudo le resultaba inaccesible.
Trabajando largas horas en la limpieza de oficinas, María no tenía tiempo ni recursos para preocuparse por su salud.
Un día, mientras participaba en una brigada de salud organizada por ÚNETE en su comunidad, María decidió hacerse un chequeo general. Los médicos detectaron una anomalía en su examen de mama y la refirieron de inmediato para realizar más estudios. Los resultados confirmaron que María tenía cáncer
de mama en una etapa temprana.
Gracias a la rápida intervención de ÚNETE, María fue puesta en contacto con especialistas que comenzaron su tratamiento de inmediato. No solo recibió la quimioterapia y radioterapia necesarias, sino que también se le brindó apoyo emocional y asesoramiento para enfrentar esta difícil etapa. Todo esto sin
costo alguno para ella, un alivio inmenso para alguien que vive al día.
Hoy, María está en camino a la recuperación. Sus hijos la ven con nuevos ojos, llenos de esperanza y agradecimiento. María sabe que su historia podría haber sido diferente, pero gracias a ÚNETE, tiene la oportunidad de vencer al cáncer y seguir adelante por su familia.
